Como estaba previsto, el colombiano Carlos Díaz arribó hoy a Mérida … pero se volvió a ir (aunque no por su gusto), y horas más tarde regresó para empezar a cumplir con su labor como supervisor de la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés) de la edición 37 de la Copa Mundial Yucatán (J500), presentada por Bepensa.
El vuelo del árbitro colombiano estaba programado Bogotá-Ciudad de México-Mérida, pero debido a la neblina que afectó buena parte de las actividades aeropuertarias en la capital del país, la aeronave fue desviada a Mérida.
El supervisor de la ITF intentó descender del avión en la capital yucateca, pero no se lo permitieron, y tuvo que continuar a la CDMX, desde donde, horas más tarde, retorno a suelo meridano para el sorteo del torneo de calificación, que empezó con demora.
La intensa neblina en la CDMX obligó a demorar y reprogramar vuelos, lo cual también afectó a árbitros mexicanos que llegaron al aeropuerto internacional Benito Juárez desde las 5 am y llegaron a esta ciudad en horas de la tarde, comentó el juez Jesús Rosales.
Hoy se vivió una intensa jornada de prácticas en las canchas de arcilla del Club Campestre, donde los tenistas aprovecharon para aclimatarse y sus entrenadores, para pulir detalles, atentos a los entrenamientos de sus pupilos.
A partir de las 4 de la tarde se efectuó el registro de los tenistas que verán acción en el torneo de calificación, a celebrarse este sábado y domingo.
El torneo principal, como se sabe, se inicia este lunes 25 con una maratónica jornada. A las 19 horas comenzará la ceremonia de inauguración, en la cancha estadio Lorenzo Molina Casares.
La Copa Mundial Yucatán otorga 500 puntos de premio para los monarcas de singles.